También se mantuvo el vínculo con actores externos como empresas, organizaciones civiles y grupos sociales. Bajo su gestión, se adaptaron las instalaciones para hacer frente a la crisis sanitaria, lo que implicó la adecuación de salones y espacios, y se adquirió equipo tecnológico para preservar la salud de la comunidad.
Además, se puso en marcha una de las apuestas más importantes de los últimos años al renovar casi por completo la oferta de licenciaturas e ingenierías, a través de los nuevos planes de estudio (Planes Manresa), los cuales se pusieron en circulación en el semestre Otoño 2021.
Sus discursos estuvieron marcados por una profunda invitación a transformarnos y renovarnos a partir de este escenario pandémico, para alcanzar una sociedad más justa, fraterna, libre y solidaria. Buscó que la IBERO se mantuviera como un referente en la formación de las y los profesionales que México y el mundo necesitan.
Expresó que la universidad debía trabajar desde todas sus áreas para cambiar la realidad de su entorno, sobre todo de los grupos más vulnerables, y para ello –advirtió– es importante que, desde las aulas y la zona de confluencia de cada uno de nosotros y nosotras, busquemos una nueva forma de hacer las cosas que modifiquen la estructura social reinante que no ha dado resultados.